Un poco de historia (vol.4); La revolución de Internet

Imagen de Tim Berners Lee, considerado el padre de la Web
El nacimiento de Internet ha supuesto una revolución sin precedentes en el mundo de la informática y de las telecomunicaciones. La invención de otros medios como el telégrafo, el teléfono, la radio o el ordenador sentaron los cimientos sobre los que se sustenta esta integración de capacidades nunca vivida con anterioridad.

Para conocer el verdadero origen de la red, debemos remontarnos a los años de la Guerra Fría. Por aquellos años, el gobierno estadounidense se planteó la necesidad de crear un sistema de coordinación de defensa que pudiera seguir operando eficazmente ante un hipotético ataque que destruyera su estructura militar y política. Con esta finalidad, en septiembre del año 1969, la Agencia Arpa, denominación del Departamento de Defensa de EEUU, creó un sistema que pretendía conectar, mediante una estructura de red, todos los elementos que debían estar en comunicación en caso de que se produjera un ataque nuclear que arrasara con todas sus infraestructuras.

Esta red de redes recibió el nombre de Arpanet (Advanced Research Projects Agency Networky) y, su propósito era convertirse en una red de redes, no de ordenadores, es decir, tan sólo un ordenador de cada red debería estar unido físicamente a Arpanet.

Lo cierto es que Arpanet no debía tener que depender de un único centro de poder, en caso de ataque, puesto que esto sería muy peligroso para su funcionamiento. El conjunto de la red debería poder seguir operando aunque muchos de sus elementos dejasen de funcionar. Así pues, esta red tendría que cumplir una serie de requisitos como ser capaz de elegir, en cada momento, el camino ideal para el envío de todas y cada una de las informaciones transmitidas, para que en el caso de que una región resultara averiada fuera capaz de elegir otra que si funcionase, o también ser capaz de conectar modelos diametralmente opuestos de computadoras para que fuesen capaces de hablar el mismo lenguaje.

Además, se debía cumplir otro requisito; en concreto, la cantidad de nodos o centros de información, guardianes del sistema, debían de ser elevados para que este fuera viable. En atención, precisamente, a esta última característica, Arpanet desapareció como red de uso exclusivamente militar. Debido a  la imposibilidad de controlar el flujo de individuos que hacían uso de estas informaciones, el Departamento de Defensa estadounidense decidió abandonar Arpanet, sustituyéndola por otra red la cual recibiría el nombre de Milnet.

De Arpanet pasó a hacerse cargo la Fundación Nacional para la Ciencia Norteamericana, que en el año 1985 la rebautizó con el nombre de Nsfnet. De esta manera, la red pasó a utilizarse con otra finalidad; en concreto, la de agrupar a un grupo de redes que fuesen capaces de coordinarse para fomentar la investigación y la comunicación en el ámbito educativo. Así pues, pasó a conectar, mediante una estructura de red, a una serie de Institutos y Universidades norteamericanas. Al mismo tiempo, comenzaron a surgir y a desarrollarse las primeras actividades comerciales orientadas a su utilización en este tipo de red.

El desarrollo de esta red fue abismal. Así, se crearon múltiples redes de libre acceso que acabarían uniéndose a Nsfnet, formando, de esta manera, el embrión de la red de redes; esto es, lo que hoy conocemos con el nombre de Internet.

Hacia mediados de los años 80 del pasado siglo, Internet ya era una tecnología establecida, aunque seguía siendo desconocida para el gran público, puesto que tan sólo unos pocos conocían de su funcionamiento. A comienzos de la década de los 90 del siglo XX, Nsfnet contaba ya con cerca de 100.000 servidores aproximadamente.

En el año 1991 Tim Berners Lee creó oficialmente su www (World Wide Web), desarrollando, para ello, las especificaciones de tres recursos de vital importancia: el lenguaje de marcas de hipertexto HTML, el protocolo de transferencia de hipertexto y un software cliente que recibiría el nombre de navegador Web. Fue en este mismo año, en 1991, cuando la red Nsfnet comenzó a enlazar sus contenidos, transmitiendo a una velocidad de 45Mbps; una velocidad de transmisión que posibilitó el verdadero desarrollo del uso comercial de la red.

En el año 1994 comenzó a extenderse, de forma rotunda, la utilización del servicio de comercio electrónico, con diversas empresas que empiezan a ofrecer sus servicios en línea y el surgimiento, también, de la banca online. En concreto, las creaciones que más repercusión tuvieron en durante estos años fueron las de Yahoo (un índice y buscador que pronto tendría un éxito masivo), y del navegador web Nestcape. Al año siguiente, en concreto en 1995, Nsfnet, el verdadero núcleo de Internet, se reconvierte en una red de investigación, pasando a gestionarse el tráfico de Internet por los proveedores de servicio (ISP) privados.

En el mes de mayo de este mismo año, la empresa SunMicrosystems presenta el lenguaje de programación multiplataforma orientado a objetos JAVA, el cual se convertiría en el complemento dinamizador perfecto para las páginas Web. Por su parte, la compañía Microsoft lanzó Windows 95, integrando la primera versión de su navegador Internet Explorer 1.0. En este mismo año, el número de servidores conectados a Internet supera ya los cinco millones.

Desde entonces hasta la actualidad, Internet no ha parado de crecer de forma incesante. Lo cierto es que se ha erigido en una amalgama de servicios y protocolos que lo convierten en una de las herramientas tecnológicas más revolucionarias y poderosas de la historia, permitiendo un impresionante número de posibilidades de desarrollo para la sociedad y, concretamente, para la industria mediática.